viernes, 26 de julio de 2013

Proyecto para la separación de residuos en origen en la Ciudad de Buenos Aires.











Las campañas publicitarias y los eslóganes moralizantes sobre la ecología solo han logrado culpar a los ciudadanos y a los cartoneros por los problemas de la basura y deslindar la responsabilidad de los actores relevantes en el tema. El ejercicio de retar a la gente porque no es limpia sin darle la posibilidad de colaborar en la solución del problema es un acto de cinismo. Este proyecto apunta a generar un cambio concreto a la altura de las principales ciudades del mundo en el tratamiento de la basura domiciliaria urbana, apelando a la idea de comunidad y al Estado como organizador del esfuerzo colectivo.

 Se trata de diseñar y distribuir  un tacho de basura hogareño de dos compartimientos para  basura organica y reciclable tanto para ser usado en la cocina de los hogares como en los puntos intermedios de recolección (cuartito de la basura en los edificios, etc) Siendo el punto de inicio de todo un sistema de recolección diferenciada de desechos para lograr efectivamente que se recicle y se reduzca la cantidad de basura que se entierra o incinera.

Será un tacho de basura de alta calidad  y diseño que por tanto sea valorado por los ciudadanos/as. La estrategia de asimilación del tacho sería una política pública de múltiple responsabilidad entre el Estado, las empresas recolectoras, las empresas que comercializan productos de alto desecho y los ciudadanos. La Ley de basura 0 así se lo exige al gobierno de la ciudad:

 Art. 6.- a) En una primera etapa se implementará la disposición inicial selectiva y la recolección diferenciada de los residuos en húmedos y secos conforme a lo dispuesto en la presente reglamentación, enviándose los primeros a disposición final, previa separación de la parte aprovechable siempre que sea técnicamente factible, y los segundos a centros de selección para su posterior valorización comercial, enviándose la fracción de descarte a disposición final”. Ley 1854 (Basura 0)


Art. 16.- Los generadores deben disponer en forma selectiva los residuos húmedos y secos preseleccionados en bolsas, contenedores o cualquier otro recipiente expresamente aprobado por la Autoridad de Aplicación. La Autoridad de Aplicación implementará gradualmente y de conformidad con las necesidades y características propias de cada área la modalidad de disposición apropiada.” Ley 1854 (Basura 0)



Como funciona

·        El tachoamigo es  simplemente un tacho doble, o bien dos tachos juntos, uno de ellos es para  residuos húmedos y otro es para secos correctamente identificados con colores e imágenes que explican que residuos se deben desechar en cada uno.
·        El recipiente para secos será más grande que el otro para que entren allí cómodamente las botellas, cajas de pizza, papeles y envoltorios, etc.
·        Para identificar a la bolsa que contiene los elementos secos, se utilizara cualquier cosa de color verde, la misma bolsa puede ser verde pero también se le puede atar a cualquier bolsa un cordón verde, se le adhiere una cinta adhesiva de color verde, o cualquier elemento de color verde que la identifique claramente en todo su recorrido hasta la instancia de separación y reciclaje. El Gobierno de la ciudad se encargara de distribuir la suficiente cantidad de cintas verdes o adhesivos para que los hogares siempre cuenten con estos elementos de identificación.
·        Las instrucciones de uso irán adheridas al tacho con un conjunto de recomendaciones para reducir y manejar correctamente la basura.

Tachos de este tipo ya existen en el mercado, se pueden conseguir de diferentes diseños con pedales, de acero inoxidable, especiales para embutir, etc.  La novedad en esta propuesta es el carácter comunitario e incluyente.
El tachoamigo será una realización de toda la comunidad y por eso va a tener éxito. La propuesta incluye un concurso de diseño abierto a diseñadores industriales, arquitectos, proyectistas o inventores para que desarrollen un diseño eficiente y sobre todo de alta calidad.

Algunos ejemplos de tachos dobles en el mercado:









El paradigma del enterramiento llegó a su fin

Algo tenemos que hacer con la basura, en el mundo las ciudades reducen la cantidad de basura que se entierra o incinera, desde los Suecos que entierran solo el 4% a la Ciudad de la Plata que ha logrado en los últimos años reducir un 10 % el enterramiento con un sistema de recolección diferenciada. El límite social a la basura comienza a hacerse visible en la imposibilidad material de continuar con el sistema de enterramiento de la basura como única tecnología. Gerardo Codina (2013) resume tres razones para dejar de enterrar basura en el conurbano: la primera es que se agota la capacidad técnica del relleno sanitario de José León Suárez. La segunda razón: nadie quiere ningún relleno en su territorio, como ejemplo están las movilizaciones y resistencia social de los vecinos de los rellenos de Punta Lara y Gonzalez Catán. La tercera razón mucho de lo que ahora se entierra, si no todo, puede ser recuperado en diversas formas.



Dos tachos para reciclar bien

En todo el mundo las estrategias públicas para enterrar la menor cantidad de basura se basan en sistemas diferenciados para todo el proceso de tratamiento de los residuos urbanos. Nuestra ley de basura 0 también se basa en este principio: en cada instancia del tratamiento se debe diferenciar aquello que se puede reciclar de aquello que, hasta el momento, no se puede reciclar. Vale aclarar que la diferencia entre lo que se puede reciclar o no es un límite móvil, determinado en cada momento por la capacidad técnica de cada ciudad y las características socioeconómicas y geográficas del país. En el extremo todo es reciclable.

En efecto el tachoamigo es el primer paso para sostener dos sistemas paralelos de recolección, pero es algo mucho más importante, es el momento en que la comunidad se involucra directamente consigo misma.

Los costos económicos cada vez más agobiantes de tratamiento de los residuos de Buenos Aires son la contracara de la falta de iniciativa pública para desplegar el poder de la comunidad. La capacidad de organización y de colaboración es enorme cuando se la facilita,  mucho más que el poder de la coerción moral.  En todos lados vemos mensajes ecológicos, los niños y niñas aprenden en las escuelas la importancia de reciclar, algunas personas pueden incluso señalar con el dedo a aquel que dejo caer un papel en la vereda pero todo ese cumulo de discursos y carteleria verde no soluciona un problema que es comunitario.





Financiación: Este proyecto es con cargo a las empresas concesionarias de la recolección de residuos, a los productores de los productos que más volumen de desecho generan y por ultimo lo pagaremos todos los ciudadanos/as. Las empresas de recolección tienen que adecuarse a la ley que les exige que desarrollen estrategias de basura 0.
Las empresas productoras tienen que pagar por los desechos que resultan del consumo de los productos que venden, en la reglamentación del artículo 9 de la Ley se lee:
5.1. El SISTEMA PÚBLICO DE GESTIÓN DE RESIDUOS- SPGR- Se financia mediante la contribución por parte del productor, importador, distribuidor, intermediario o cualquier otra persona responsable de la puesta en el mercado de productos que con su uso se conviertan en residuos, de una cantidad dineraria por cada producto puesto en el mercado de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, establecida por la Autoridad de Aplicación en función de los diferentes tipos de productos teniendo en cuenta la composición de los materiales utilizados, su impacto ambiental y el costo de su tratamiento y disposición final según la normativa vigente.
5.2. La contribución realizada por los sujetos obligados será administrada y controlada exclusivamente por la Autoridad de Aplicación y los fondos serán destinados a cumplir los objetivos de la Ley N° 1.854.
5.3. El pago de la contribución está sujeto a los condiciones, modalidades y plazos que establezca la Autoridad de Aplicación y el mismo deberá efectuarse a través del depósito en la cuenta especial que se abrirá a tal fin a cargo de la Dirección General de Tesorería dependiente del Ministerio de Hacienda del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
5.4. El producto y sus envases podrá identificarse mediante un símbolo acreditativo, cuyo formato y otorgamiento estará sujeto a aprobación por parte de la Autoridad de Aplicación.
(Anexo reglamentación del artículo 9 de la ley,  por Decreto  Nº 639/007)

La separación domiciliaria esta entre objetivos que tiene que alcanzar la Ciudad y por tanto este fondo que crea la Ley tiene que servir para este fin que es la primera etapa de todo el proceso.
También tiene que ser financiado y pagado por las empresas de recolección de residuos porque en los pliegos licitatorios se fija esta función y porque son beneficiarias indirectas ya que tendrán que enterrar menos basura.
Por ultimo los usuarios también pagamos una parte de nuestro tacho que representa el compromiso con la comunidad. El pago se realizara en cuotas incorporadas a la factura del ABL.




Fabricación: Convocatoria a concurso de diseño para Diseñadores Industriales, Arquitectos, Ingenieros e inventores en general para diseñar el mejor tachoamigo. La ciudad cuenta aproximadamente 1,150 millón de hogares. El costo marginal de fabricación se determinara oportunamente, pero a modo de ejemplo se pueden cotejar valores de mercado para productos estándar similares en el orden de los $200.- lo que equivale a un total estimativo de $230 millones.  Si se lo compara con el costo anual del futuro contrato de recolección de basura de unos $3.000 millones(1), la inversión representa un 7,6% aproximadamente.

Distribución: A través de los consejos consultivos de las 15 comunas. Cada vecino recibirá una notificación del lugar a donde debe concurrir para retirar su tachoamigo. También realizaran los operativos especiales para levar el tachoamigo a las personas que no pueden movilizarse y para llegar a los hogares que no reciban notificación.

Incorporación al sistema integral de recolección:

El sistema de gestión de residuos sólidos urbanos se suele dividir en dos etapas, la primera que incluye la disposición inicial de la basura en los hogares, la recolección y el transporte  a las plantas de concentración intermedias. La segunda etapa es la de clasificación, separación, comercialización y disposición final en dos vías: el enterramiento o incineración y reciclaje.  En Buenos Aires este sistema esta complementado por los recicladores urbanos que intervienen en alguna de estas instancias.





tachoamigo  se ubica en esta primera etapa pero supone que todo el sistema tiende al tratamiento diferenciado. Se complementará con tachos grandes para los lugares de depósito intermedio (edificios, oficinas, instituciones) que operaran en conjunto con los tachoamigo pequeños y los contenedores callejeros diferenciados que ya existen. Este sistema también se complementa con la tarea de los recuperadores urbanos ya que les permite la selección del material seco en la vía pública. Por ultimo al liberar la fracción humeda de elementos secos facilita su tratamiento como fertilizante.





Individuo y comunidad, teoría en acción


Los diseños de política pública están siempre teñidos de distintos supuestos morales sobre la ciudadanía que en muchos casos resultan en un deslinde de la responsabilidad de la autoridad excusada en una especie de desidia crónica de la comunidad. Por el contrario, aquí consideramos que los individuos desarrollan estrategias de comportamiento de acuerdo al contexto en el que se hallan situados. Esas estrategias pueden ser de competencia o de cooperación. La idea de comunidad está en el fondo de esta propuesta entendida como el potencial del grupo por alcanzar logros colectivos superando la tendencia al egoísmo individualista.  
 
Los actores son conscientes de las reglas pero, al no percibir en el contexto un consenso lo suficientemente fuerte sobre esas reglas, las estrategias individuales se orientan en forma no cooperativa, generando un perjuicio general y reproduciendo a su vez, el contexto no cooperativo.
Esta propuesta se incluye en la tradición teórica que enfatiza el carácter relacional y contextual del comportamiento humano en contraposición a las miradas moralizantes que suponen que algunos individuos son moralmente inferiores y por tanto no se adaptan a las reglas. 
No se trata aquí de un problema de educación ciudadana o de desidia colectiva. Es un error considerar a una colectivo humano como una unidad racional y por tanto responsabilizarlo por los defectos de organización.
El comportamiento colectivo se impone al individuo a pesar de él, en esas situaciones la cooperación no es automática y no depende de cada voluntad individual, por el contrario, depende de una tecnología o capital organizativo público que actúe ofreciendo una pauta de comportamiento centrada en el beneficio mutuo y en el respeto a la idiosincrasia local. Todo esto se basa en el lazo comunitario que discurre en lo profundo de nuestra sociedad fragmentada y que es el único potencial para vivir juntos.
Los sistemas urbanos pueden ser más o menos organizados y eso no depende de una sumatoria de conductas individuales desorganizadas. Si no se cuenta con los dispositivos concretos  que posibiliten a los ciudadanos cooperar, los ciudadanos/as van a percibir que no es un sistema. Por tanto es necesario una inversión concreta y sostenida en el tiempo para construir un espacio de cooperación. Por esto se propone la mutua implicación en el proceso. Tanto el Estado como los y las ciudadanas se comprometen seriamente a cooperar en el logro de un objetivo, para eso cuentan con la infraestructura necesaria y no solo con un discurso retórico moralizante. El esfuerzo económico, aunque leve, para disponer de la infraestructura es lo que permite hacer concreto el acuerdo de cooperación. En síntesis si nos damos las herramientas para cooperar lo vamos a hacer, solo necesitamos una oportunidad.












Octavio Ciaravino
Grupo LA URBE



(1) Estimación: 






Anexo estadístico:


Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Viviendas particulares habitadas, hogares y población censada por tipo de vivienda. Año 2010



 Total
Casa
Rancho
Casilla
Departamento
Pieza/s en inquilinato
Pieza/s en hotel o pensión

Viviendas
1.082.998
252.771
565
1.884
788.791
19.571
17.082

Hogares
1.150.134
280.314
708
2.308
818.341
25.558
20.348

Población
2.827.535
857.203
2.277
7.141
1.851.187
65.041
38.922










Fuente: INDEC. Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2010. Cuadro V2 P





Composición de los residuos domiciliarios CABA 2009.
Desechos Alimenticios
40,10%
Plásticos
19,70%
Papeles y Cartones
18,43%
Papel Mezclado
7,84%
Cartón
4,57%
Pañales Descartables y Apósitos
4,27%
Diarios y Revistas
4,18%
Residuos de Poda y Jardín
3,65%
Vidrio
3,47%
Materiales Textiles
3,40%
Materiales de Construcción y Demolición
2,02%
Metales Ferrosos
1,25%
Misceláneos Menores a 25,4 mm
1,16%
Papel de Oficina (Alta Calidad)
1,08%
Envases Tetrabrick
0,76%
Goma, cuero, corcho
0,72%
Madera
0,46%
Residuos Patógenos
0,37%
Aerosoles
0,36%
Metales No Ferrosos
0,31%
Residuos Peligrosos
0,20%
Medicamentos
0,10%
Pilas
0,03%
Material Electrónico
0,02%
Otros
0,00%
Fuente: FIUBA/CEAMSE 2010






Referencias:

CABA: Ley 1854 (Basura 0)

CABA: Decreto  Nº 639/007 (Reglamentario Ley 1854 )

Codina, G (2013) “Ciudad Basura”. Nuevos Tiempos, Bs As.

Facultad de Ingeniería UBA / CEAMSE. (2010) “Estudio de la calidad de los residuos sólidos urbanos del área metropolitana de Buenos Aires”