Soberania en marcha |
Las ventajas que aporta una compañía
de celulares del Estado operando en un mercado competitivo son enormes: Genera
mas competencia que logra limitar el comportamiento oligopolico o cartelizado
de los operadores históricos. Esta es la única manera para lograr que estas
empresas trasnacionales mejoren las condiciones del servicio. Ningún órgano de
control, multas o denuncias de ONGs puede torcer la voluntad de un gran
conglomerado de empresas montadas sobre la exclusividad en la prestación de un
servicio que se ha vuelto esencial. Solo la presencia de un jugador eficiente y
soberano permite “balizar” el mercado
para colocarlo en la senda de la competencia virtuosa, la inversión y la mejora
del servicio.
Otra ventaja es que permite
al Estado obtener una utilidad por la prestación de este servicio. Como se sabe,
en la Argentina el negocio de la telefonía celular tiene la más alta tasa de
ganancia junto al latifundio y la banca. No por nada Carlos Slim, el dueño de la empresa Claro, es el hombre más
rico del mundo según la lista Forbes.
En efecto algunas
estimaciones de las propias compañías informan que durante 2012 las ganancias
trimestrales de todo el negocio alcanzaron los $2.500 millones (ver). Otro dato es que las
empresas europeas que operan en Argentina y Latinoamérica, están sosteniendo el
negocio de sus casas matriz en Europa a costa de elevadas tarifas y baja
inversión (ver).
De esta masa de recursos el Estado puede
captar una parte para financiar distintas obras públicas.
La más importante de las
ventajas es que permitirá la verdadera universalización del servicio de
telefonía móvil, es decir que permitirá que este servicio esencial llegue
verdaderamente a todos y todas, para colocar a la Argentina a las puertas de la
sociedad de la información.
Sintonizando fino con el espectro
El espectro |
El gobierno ha ido más allá
y ha dotado a la empresa Libre.ar del
usufructo de parte del espectro radioeléctrico que viene a ser algo así como
los carriles habilitados en nuestro espacio aéreo para que circulen las ondas
radiales (ver
en detalle). Este recurso natural es un bien limitado y es el insumo básico
para el servicio de telefonía móvil. Aquí
viene el punto de la sintonía fina, por ahora Libre.ar no cuenta con la red
física para operar (antenas, transmisores, centros de datos, etc.). Esta cuota
del espectro que el Estado cedió a ARSAT / Libre.ar tenía como anterior fin ser
licitado por subasta publica entre los demás operadores históricos o algún otro
nuevo operador. La base para esa subasta en 2012 era de U$S 228 millones y se
estimaba que seria finalmente rematada por unos U$S 500 millones (ver)
el punto nodal es ¿Cómo hará ARSAT / Libre.ar para lograr el mejor uso de esta
porción del espectro?, ¿teniendo en cuenta los objetivos de intervenir
virtuosamente en el mercado, generar utilidades y garantizar el acceso?. El
potencial del usufructo de este espectro radioeléctrico es enorme, pero también
se puede malgastar. Si el espectro solo es intercambiado con los grandes
operadores por minutos de tráfico en sus redes, estas operadoras se verán en
una particular situación de privilegio: son los únicos compradores para el bien
que el Estado pretende canjear, ya que solo ellos tienen los fierros (antenas,
transmisores, etc.). Si solo se lograra un acuerdo de intercambio de espectro
por minutos y Libre.ar se presentara como OMV revendedor, las tres gordas
ganarían lo que tanto buscaban por mucho menos de lo que tenían que pagar y en
especie. Es decir que obtendrían el espectro sin el desembolso de U$S 500
millones y lo pagarían en minutos que ya incluyen su margen de ganancia, con el
cual compensarían la perdida de clientes que le genere el nuevo jugador cuando
comience a operar. En este caso el potencial del espectro estará sub utilizado.
La cuarta red de fierros
Otra opción es que de alguna
forma el Estado se haga de los fierros (antenas, transmisores, etc) y arme una
cuarta red, así tendrá casi todo: el espectro y la red. El punto aquí son los costos, una red de
antenas y demás servicios esenciales significan una inversión enorme. Se han
presentado algunas ofertas de inversión externa para conformar esta red (ver)
pero no parecen prosperar, por otra parte la capacidad de las cooperativas de
servicios telefónicos del interior del país
para conformar una red en los grandes centros urbanos también parece
reducida por el momento.
La idea de una cuarta red de
telefonía móvil y datos resulta también cuestionable por varios puntos:
Es antieconómico: Para un
mercado de 50 millones de líneas como el nuestro, con relativamente pocos grandes
centros urbanos, bajo crecimiento demográfico y mucha extensión de territorio con
baja densidad de población, parecería que con tres redes como las que ya
existen pero mejoradas es suficiente. La mayoría de los países de la región
tienen dos o tres redes(ver).
Y lo mismo ocurre en EEUU y en Europa. Además,
Es contaminante: Los
transmisores emiten radiación y tienen impacto visual en las ciudades y en el
campo.
El fin de la finitud del espectro:
Martin Cooper, con claridad y buena señal |
Sobre el horizonte se
presenta una nueva transformación de la tecnología celular que puede tornar
casi abstracto todo el asunto del espectro radioelectrico. Los avances en la
tecnología LTE (ver)
de la cuarta generación sumado al apagón
analógico (ver)
generaran mucho espacio disponible para que circulen las ondas por tanto en el
mediano plazo la exclusividad en la propiedad del espectro será un factor
secundario en el desarrollo del mercado. En el corto plazo si es muy valioso
para los operadores históricos el uso exclusivo del espectro, básicamente
porque bloquea la entrada de nuevos jugadores OMR, como lo explica el Sr. Martin
Cooper, inventor del celular (Ver).
Lo que falta en Argentina son redes de mejor calidad que permitan el despliegue de la plataforma de 4G, para eso hay que cambiar los transmisores, receptores y demás equipamiento de soporte. Esta es una gran inversión que no podría ser afrontada solo por el Estado y que los privados no harán hasta que no estén obligados a hacerlo por la evolución del mercado. Allí es donde se tiene que plantear el problema. ¿Como hacer para que la inversión privada se efectivice siguiendo los objetivos de Libre.ar?
Una posibilidad seria arrendar
(no licitar) partes del espectro a costo de mercado, con esa recaudación
invertir en las redes actuales ingresando el Estado como socio inversor y por
otra parte implementar los OMV (Ver)
tanto nacional o “soberano” (Libre.ar),
como provinciales y privados. Allí se logrará el efecto multiplicador de la
inversión sobre la competitividad y sobre el empleo. A un mismo negocio: 25
empresas contratan más gente que 3!
Integrando redes, actores e inversión.
¿Como puede el Estado
invertir conjuntamente con los privados en una nueva red de alta calidad? Una opción puede ser que Libre.ar invierta
directamente en la construcción de una red de 4G en algún gran centro
urbano, y luego solicite interconexión
a todas las demás redes publicas de gestión privada (Claro, Movistar, etc). De
esta manera solo sería una inversión inicial acotada, que le permitiría
ingresar en el mercado con una forma “híbrida”: Como solicitante de
interconexión con red propia y espectro propio y como operador virtual en las
áreas donde no tiene red. En este caso el marco regulatorio actual facilita
muchas herramientas: En primer lugar la interconexión obligatoria entre las
redes y en segundo termino la disponibilidad de “facilidades esenciales”. Este termino remite a la posibilidad de
utilizar algunos elementos físicos de las redes de los demás operadores, que
sería imposible o antieconómico duplicar.
De este modo el espectro radioeléctrico
estaría siendo optimizado al darle un uso directo en un área y utilizándolo
como fuente de financiamiento directo para el desarrollo de la modalidad OMV y
para la construcción de esa misma red 4G.
Fuentes de financiamiento directas:
La comercialización del
espectro radioeléctrico a las grandes operadoras y a las cooperativas seria una
fuente de ingresos directa para financiar la instalación de una red acotada e
interconectada. En el caso del espectro asignado a Libre.ar, el espectro que se
disponga luego del apagón analógico y el
que vuelva al Estado luego del vencimiento de las licencias actuales tiene que
estar dispuesto en un sentido anti oligopolio. El concepto de licencias
temporales y exclusivas tiene que cambiar hacia una forma de negociación del
espectro por cobertura, calidad e inversión.
luego existe otra fuente
latente, el mercado de valores local, de acuerdo a las recientes modificaciones
en la legislación referente al acceso masivo a este mercado. Libre.ar puede
colocar allí bonos y acciones para el despliegue de la red acotada. Esto
también posibilitaría un nuevo instrumento de ahorro en reemplazo del
atesoramiento de divisas, algo similar a lo que viene haciendo YPF con sus
bonos.
¿Muchos OMV o solo uno?
Otro elemento a dilucidar
para el futuro de nuestro mercado de telecomunicaciones celulares es el despliegue de los Operadores Móviles
Virtuales. Esta figura se esta
imponiendo en todo el mundo y es un respuesta valida y posible a la
concentración oligopolica del mercado.
En Argentina están dadas las
condiciones para iniciar esta modalidad y en efecto Libre.ar comenzara a operar
de esa manera a nombre propio o de terceros. Es posible que decida combinar
servicio minorista y servicio mayorista a través de otras operadoras, de todas
maneras mientras no tenga una red propia seguirá siendo un Operador Móvil
Virtual.
Una diferencia crucial entre
formas de desarrollar los OMV radica en que se logre su incorporación a través
de la regulación, es decir que el Estado pueda obligar a las operadoras con red
a subarrendar esa red o bien que solo se habiliten acuerdos voluntarios entre
OMR (Operador Móvil con Red) y OMV. De
hecho en la Argentina esta segunda opción esta habilitada desde el año 2000
cuando terminó el periodo de exclusividad, pero ningún actor del mercado se
incorporó en esa modalidad. En efecto, solo los casos de Inglaterra y de EEUU
se rigen formalmente por el acuerdo voluntario. En otros países de Europa y
Asia siempre fue necesaria una batería de instrumentos legales para que los OMR
acepten el arriendo de sus redes. La primera opción que supone una regulación
positiva sumado al carácter estatal de uno de los jugadores definen lo que
llamamos soberano.
La pregunta es si conviene
un ingreso irrestricto de OMVs o bien se lo debe acotar y como. En este sentido
la posición del gobierno parece clara: mas competencia, mas inversión “todos en
Juego!”, pero todos siguiendo los objetivos soberanos.
Así, en forma paralela y
conducente al objetivo de constituir un jugador fuerte en el mercado para que
lo re-direccione, se presenta la posibilidad de abrir a otros jugadores no históricos.
En la experiencia internacional se ve claramente que este modelo funciona y lo
hace a expensas de las grandes operadoras históricas, tanto es así que estas mismas se han colocado
como OMV en otros mercados (Ver).
Esta posibilidad daría otra dinámica al mercado, jugadores como Carrefour o
Falavella podrían incorporarse
rápidamente ya que tienen este tipo de negocios en otros países, además de
otras tantas empresas locales. También
las cooperativas de servicios del interior podrían extender rápidamente su
accionar a todo el país. Estos casos dependerán del tipo de acuerdo que Libre.ar
logre con los OMR locales.
Otra posibilidad para
incorporar OMVs en forma ordenada y siguiendo los objetivos es habilitarlos
para los Estados provinciales, es decir que cada provincia cuente con una
licencia y un acuerdo de interconexión con la red de tal modo que pueda
perseguir los mismos objetivos que Libre.ar a nivel provincial y en
competencia.
Espectro + regulación positiva + soberanía
Todo depende de la
negociación con las operadoras de red. Por ahora Libre.ar necesita disponer de
la red. Tiene como prenda de negociación
una porción del espectro, pero si se reenfoca la cuestión tiene mucho mas: por
lo pronto tiene a su disposición una legislación sancionada y aceptada por
todos los actores bastante buena, de avanzada diríamos, pensando que fue
confeccionada a principios de siglo (21), que permite la aparición de nuevos
jugadores para mejorar la competencia y sobre todo hacer un uso racional de los
recursos disponibles.
Libre.ar también tiene la
experiencia internacional como sólido argumento para redefinir el mercado, en
forma institucionalizadora: mejor que un acuerdo verbal y coyuntural son las
leyes encarnadas en una practica, con actores concientes de lo que ganan y
pierden. Es decir: un acuerdo de momento con las grandes operadoras -como
dijimos- subutiliza el espectro radioeléctrico recuperado y además defecciona
de valiosas herramientas de política
publica que hoy -con algunas modificaciones necesarias- están al alcance de la
mano,. Tomar un modelo normativo del corazón de la metrópolis y adaptarlo a los
intereses de la mayoría es justamente derogar el primer articulo del estatuto
del coloniaje, ese que dice: “Haz lo que
yo digo pero nunca lo que yo hago”.
Octavio Ciaravino
Grupo La URBE