lunes, 25 de febrero de 2013

Libre.ar en sintonía fina:


Soberania en marcha
En pocos días más estará funcionando Libre.ar, la primera compañía de celulares controlada por el Estado argentino. Lejos de la idea de declarar utilidad publica, estatizar o cosas por el estilo, el gobierno nacional tomo la senda de la doma de mercados, esto es ganarle a los grandes en su propia cancha: el mercado.  El espíritu con el que nace esta compañía es reflejo de la voluntad de institucionalizar las transformaciones en el sentido de construir una encomia moderna con mercados en competencia virtuosa.
Las ventajas que aporta una compañía de celulares del Estado operando en un mercado competitivo son enormes: Genera mas competencia que logra limitar el comportamiento oligopolico o cartelizado de los operadores históricos. Esta es la única manera para lograr que estas empresas trasnacionales mejoren las condiciones del servicio. Ningún órgano de control, multas o denuncias de ONGs puede torcer la voluntad de un gran conglomerado de empresas montadas sobre la exclusividad en la prestación de un servicio que se ha vuelto esencial. Solo la presencia de un jugador eficiente y soberano permite “balizar”  el mercado para colocarlo en la senda de la competencia virtuosa, la inversión y la mejora del servicio.
Otra ventaja es que permite al Estado obtener una utilidad por la prestación de este servicio. Como se sabe, en la Argentina el negocio de la telefonía celular tiene la más alta tasa de ganancia junto al latifundio y la banca. No por nada Carlos Slim,  el dueño de la empresa Claro, es el hombre más rico del mundo según la lista Forbes.  
En efecto algunas estimaciones de las propias compañías informan que durante 2012 las ganancias trimestrales de todo el negocio alcanzaron los $2.500 millones (ver). Otro dato es que las empresas europeas que operan en Argentina y Latinoamérica, están sosteniendo el negocio de sus casas matriz en Europa a costa de elevadas tarifas y baja inversión (ver).  De esta masa de recursos el Estado puede captar una parte para financiar distintas obras públicas.
La más importante de las ventajas es que permitirá la verdadera universalización del servicio de telefonía móvil, es decir que permitirá que este servicio esencial llegue verdaderamente a todos y todas, para colocar a la Argentina a las puertas de la sociedad de la información.

Sintonizando fino con el espectro
El espectro
El gobierno ha ido más allá y ha dotado a la empresa Libre.ar  del usufructo de parte del espectro radioeléctrico que viene a ser algo así como los carriles habilitados en nuestro espacio aéreo para que circulen las ondas radiales (ver en detalle). Este recurso natural es un bien limitado y es el insumo básico para el servicio de telefonía móvil.  Aquí viene el punto de la sintonía fina, por ahora Libre.ar no cuenta con la red física para operar (antenas, transmisores, centros de datos, etc.). Esta cuota del espectro que el Estado cedió a ARSAT / Libre.ar tenía como anterior fin ser licitado por subasta publica entre los demás operadores históricos o algún otro nuevo operador. La base para esa subasta en 2012 era de U$S 228 millones y se estimaba que seria finalmente rematada por unos U$S 500 millones (ver) el punto nodal es ¿Cómo hará ARSAT / Libre.ar para lograr el mejor uso de esta porción del espectro?, ¿teniendo en cuenta los objetivos de intervenir virtuosamente en el mercado, generar utilidades y garantizar el acceso?. El potencial del usufructo de este espectro radioeléctrico es enorme, pero también se puede malgastar. Si el espectro solo es intercambiado con los grandes operadores por minutos de tráfico en sus redes, estas operadoras se verán en una particular situación de privilegio: son los únicos compradores para el bien que el Estado pretende canjear, ya que solo ellos tienen los fierros (antenas, transmisores, etc.). Si solo se lograra un acuerdo de intercambio de espectro por minutos y Libre.ar se presentara como OMV revendedor, las tres gordas ganarían lo que tanto buscaban por mucho menos de lo que tenían que pagar y en especie. Es decir que obtendrían el espectro sin el desembolso de U$S 500 millones y lo pagarían en minutos que ya incluyen su margen de ganancia, con el cual compensarían la perdida de clientes que le genere el nuevo jugador cuando comience a operar. En este caso el potencial del espectro estará sub utilizado.


La cuarta red de fierros
Otra opción es que de alguna forma el Estado se haga de los fierros (antenas, transmisores, etc) y arme una cuarta red, así tendrá casi todo: el espectro y la red.  El punto aquí son los costos, una red de antenas y demás servicios esenciales significan una inversión enorme. Se han presentado algunas ofertas de inversión externa para conformar esta red (ver) pero no parecen prosperar, por otra parte la capacidad de las cooperativas de servicios telefónicos del interior del país  para conformar una red en los grandes centros urbanos también parece reducida por el momento.
 La idea de una cuarta red de telefonía móvil y datos resulta también cuestionable por varios puntos:
Es antieconómico: Para un mercado de 50 millones de líneas como el nuestro, con relativamente pocos grandes centros urbanos, bajo crecimiento demográfico y mucha extensión de territorio con baja densidad de población, parecería que con tres redes como las que ya existen pero mejoradas es suficiente. La mayoría de los países de la región tienen dos o tres redes(ver). Y lo mismo ocurre en EEUU  y en Europa. Además,
Es contaminante: Los transmisores emiten radiación y tienen impacto visual en las ciudades y en el campo.

El fin de la finitud del espectro:

Martin Cooper,  con claridad y buena señal
Sobre el horizonte se presenta una nueva transformación de la tecnología celular que puede tornar casi abstracto todo el asunto del espectro radioelectrico. Los avances en la tecnología LTE (ver) de la cuarta generación  sumado al apagón analógico (ver) generaran mucho espacio disponible para que circulen las ondas por tanto en el mediano plazo la exclusividad en la propiedad del espectro será un factor secundario en el desarrollo del mercado. En el corto plazo si es muy valioso para los operadores históricos el uso exclusivo del espectro, básicamente porque bloquea la entrada de nuevos jugadores OMR, como lo explica el Sr. Martin Cooper,  inventor del celular (Ver)

Lo que falta en Argentina son redes de mejor calidad que permitan el despliegue de la plataforma de 4G, para eso hay que cambiar los transmisores, receptores y demás equipamiento de soporte.  Esta es una gran inversión que no podría ser afrontada solo por el Estado y que los privados no harán hasta que no estén obligados a hacerlo por la evolución del mercado. Allí es donde se tiene que plantear el problema.  ¿Como hacer para que la inversión privada se efectivice siguiendo los objetivos de Libre.ar?
Una posibilidad seria arrendar (no licitar) partes del espectro a costo de mercado, con esa recaudación invertir en las redes actuales ingresando el Estado como socio inversor y por otra parte implementar los OMV (Ver) tanto nacional o “soberano”  (Libre.ar), como  provinciales y privados.  Allí se logrará el efecto multiplicador de la inversión sobre la competitividad y sobre el empleo. A un mismo negocio: 25 empresas contratan más gente que 3!


Integrando redes, actores e inversión.
¿Como puede el Estado invertir conjuntamente con los privados en una nueva red de alta calidad?   Una opción puede ser que Libre.ar invierta directamente en la construcción de una red de 4G en algún gran centro urbano,   y luego solicite interconexión a todas las demás redes publicas de gestión privada (Claro, Movistar, etc). De esta manera solo sería una inversión inicial acotada, que le permitiría ingresar en el mercado con una forma “híbrida”: Como solicitante de interconexión con red propia y espectro propio y como operador virtual en las áreas donde no tiene red. En este caso el marco regulatorio actual facilita muchas herramientas: En primer lugar la interconexión obligatoria entre las redes y en segundo termino la disponibilidad de “facilidades esenciales”.  Este termino remite a la posibilidad de utilizar algunos elementos físicos de las redes de los demás operadores, que sería imposible o antieconómico duplicar.
De este modo el espectro radioeléctrico estaría siendo optimizado al darle un uso directo en un área y utilizándolo como fuente de financiamiento directo para el desarrollo de la modalidad OMV y para la construcción de esa misma red 4G.

Fuentes de financiamiento directas:
La comercialización del espectro radioeléctrico a las grandes operadoras y a las cooperativas seria una fuente de ingresos directa para financiar la instalación de una red acotada e interconectada. En el caso del espectro asignado a Libre.ar, el espectro que se disponga luego del apagón analógico  y el que vuelva al Estado luego del vencimiento de las licencias actuales tiene que estar dispuesto en un sentido anti oligopolio. El concepto de licencias temporales y exclusivas tiene que cambiar hacia una forma de negociación del espectro por cobertura, calidad e inversión.
 luego existe otra fuente latente, el mercado de valores local, de acuerdo a las recientes modificaciones en la legislación referente al acceso masivo a este mercado. Libre.ar puede colocar allí bonos y acciones para el despliegue de la red acotada. Esto también posibilitaría un nuevo instrumento de ahorro en reemplazo del atesoramiento de divisas, algo similar a lo que viene haciendo YPF con sus bonos.


¿Muchos OMV o solo uno?
Otro elemento a dilucidar para el futuro de nuestro mercado de telecomunicaciones celulares  es el despliegue de los Operadores Móviles Virtuales.  Esta figura se esta imponiendo en todo el mundo y es un respuesta valida y posible a la concentración oligopolica del mercado.  
En Argentina están dadas las condiciones para iniciar esta modalidad y en efecto Libre.ar comenzara a operar de esa manera a nombre propio o de terceros. Es posible que decida combinar servicio minorista y servicio mayorista a través de otras operadoras, de todas maneras mientras no tenga una red propia seguirá siendo un Operador Móvil Virtual.
Una diferencia crucial entre formas de desarrollar los OMV radica en que se logre su incorporación a través de la regulación, es decir que el Estado pueda obligar a las operadoras con red a subarrendar esa red o bien que solo se habiliten acuerdos voluntarios entre OMR (Operador Móvil con Red)  y OMV. De hecho en la Argentina esta segunda opción esta habilitada desde el año 2000 cuando terminó el periodo de exclusividad, pero ningún actor del mercado se incorporó en esa modalidad. En efecto, solo los casos de Inglaterra y de EEUU se rigen formalmente por el acuerdo voluntario. En otros países de Europa y Asia siempre fue necesaria una batería de instrumentos legales para que los OMR acepten el arriendo de sus redes. La primera opción que supone una regulación positiva sumado al carácter estatal de uno de los jugadores definen lo que llamamos soberano.
 La pregunta es si conviene un ingreso irrestricto de OMVs o bien se lo debe acotar y como. En este sentido la posición del gobierno parece clara: mas competencia, mas inversión “todos en Juego!”, pero todos siguiendo los objetivos soberanos.  
Así, en forma paralela y conducente al objetivo de constituir un jugador fuerte en el mercado para que lo re-direccione, se presenta la posibilidad de abrir a otros jugadores no históricos. En la experiencia internacional se ve claramente que este modelo funciona y lo hace a expensas de las grandes operadoras históricas,  tanto es así que estas mismas se han colocado como OMV en otros mercados (Ver). Esta posibilidad daría otra dinámica al mercado, jugadores como Carrefour o Falavella  podrían incorporarse rápidamente ya que tienen este tipo de negocios en otros países, además de otras tantas empresas locales.  También las cooperativas de servicios del interior podrían extender rápidamente su accionar a todo el país. Estos casos dependerán del tipo de acuerdo que Libre.ar logre con los OMR locales.
Otra posibilidad para incorporar OMVs en forma ordenada y siguiendo los objetivos es habilitarlos para los Estados provinciales, es decir que cada provincia cuente con una licencia y un acuerdo de interconexión con la red de tal modo que pueda perseguir los mismos objetivos que Libre.ar a nivel provincial y en competencia. 


Espectro + regulación positiva + soberanía
Todo depende de la negociación con las operadoras de red. Por ahora Libre.ar necesita disponer de la red. Tiene  como prenda de negociación una porción del espectro, pero si se reenfoca la cuestión tiene mucho mas: por lo pronto tiene a su disposición una legislación sancionada y aceptada por todos los actores bastante buena, de avanzada diríamos, pensando que fue confeccionada a principios de siglo (21), que permite la aparición de nuevos jugadores para mejorar la competencia y sobre todo hacer un uso racional de los recursos disponibles.
Libre.ar también tiene la experiencia internacional como sólido argumento para redefinir el mercado, en forma institucionalizadora: mejor que un acuerdo verbal y coyuntural son las leyes encarnadas en una practica, con actores concientes de lo que ganan y pierden. Es decir: un acuerdo de momento con las grandes operadoras -como dijimos- subutiliza el espectro radioeléctrico recuperado y además defecciona de valiosas herramientas  de política publica que hoy -con algunas modificaciones necesarias- están al alcance de la mano,. Tomar un modelo normativo del corazón de la metrópolis y adaptarlo a los intereses de la mayoría es justamente derogar el primer articulo del estatuto del coloniaje, ese que dice: “Haz lo que yo digo pero nunca lo que yo hago”


Octavio Ciaravino
Grupo La URBE








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