Las campañas publicitarias y los eslóganes moralizantes sobre la ecología
solo han logrado culpar a los ciudadanos y a los cartoneros por los problemas de la basura y
deslindar la responsabilidad de los actores relevantes en el tema. El ejercicio
de retar a la gente porque no es limpia sin darle la posibilidad de colaborar
en la solución del problema es un acto de cinismo. Este proyecto apunta a
generar un cambio concreto a la altura de las principales ciudades del mundo en
el tratamiento de la basura domiciliaria urbana, apelando a la idea de
comunidad y al Estado como organizador del esfuerzo colectivo.
Se trata de diseñar y distribuir un tacho de basura hogareño de dos
compartimientos para basura organica y reciclable tanto para ser usado en la cocina de los hogares como en los puntos
intermedios de recolección (cuartito de la basura en los edificios, etc) Siendo
el punto de inicio de todo un sistema de recolección diferenciada de desechos
para lograr efectivamente que se recicle y se reduzca la cantidad de basura que
se entierra o incinera.
Será un tacho de basura de alta calidad
y diseño que por tanto sea valorado por los ciudadanos/as. La estrategia
de asimilación del tacho sería una política pública de múltiple responsabilidad
entre el Estado, las empresas recolectoras, las empresas que comercializan
productos de alto desecho y los ciudadanos. La Ley de basura 0 así se lo exige
al gobierno de la ciudad:
“Art. 6.- a) En una primera etapa se implementará la disposición inicial selectiva
y la recolección diferenciada de los residuos en húmedos y secos conforme a lo
dispuesto en la presente reglamentación, enviándose los primeros a disposición
final, previa separación de la parte aprovechable siempre que sea técnicamente
factible, y los segundos a centros de selección para su posterior valorización
comercial, enviándose la fracción de descarte a disposición final”. Ley
1854 (Basura 0)
“Art. 16.- Los generadores
deben disponer en forma selectiva los residuos húmedos y secos preseleccionados
en bolsas, contenedores o cualquier otro recipiente expresamente aprobado por
la Autoridad de Aplicación. La Autoridad de Aplicación implementará
gradualmente y de conformidad con las necesidades y características propias de
cada área la modalidad de disposición apropiada.” Ley 1854 (Basura 0)
Como funciona
·
El tachoamigo es simplemente un tacho doble, o bien dos tachos
juntos, uno de ellos es para residuos
húmedos y otro es para secos correctamente identificados con colores e imágenes
que explican que residuos se deben desechar en cada uno.
·
El recipiente
para secos será más grande que el otro para que entren allí cómodamente las botellas, cajas de pizza, papeles y
envoltorios, etc.
·
Para identificar
a la bolsa que contiene los elementos secos, se utilizara cualquier cosa de
color verde, la misma bolsa puede ser verde pero también se le puede atar a
cualquier bolsa un cordón verde, se le adhiere una cinta adhesiva de color
verde, o cualquier elemento de color verde que la identifique claramente en
todo su recorrido hasta la instancia de separación y reciclaje. El Gobierno de
la ciudad se encargara de distribuir la suficiente cantidad de cintas verdes o
adhesivos para que los hogares siempre cuenten con estos elementos de
identificación.
·
Las instrucciones
de uso irán adheridas al tacho con un conjunto de recomendaciones para reducir
y manejar correctamente la basura.
Tachos de este tipo ya existen en el mercado, se pueden conseguir de diferentes
diseños con pedales, de acero inoxidable, especiales para embutir, etc. La novedad en esta propuesta es el carácter
comunitario e incluyente.
El tachoamigo será una realización de toda la comunidad y por eso va a
tener éxito. La propuesta incluye un concurso de diseño abierto a diseñadores
industriales, arquitectos, proyectistas o inventores para que desarrollen un
diseño eficiente y sobre todo de alta calidad.
Algunos ejemplos de tachos dobles en el mercado:
El paradigma del enterramiento llegó a su fin
Algo tenemos que hacer con
la basura, en el mundo las ciudades reducen la cantidad de basura que se
entierra o incinera, desde los Suecos que entierran solo el 4% a la Ciudad de
la Plata que ha logrado en los últimos años reducir un 10 % el enterramiento
con un sistema de recolección diferenciada. El límite social a la basura
comienza a hacerse visible en la imposibilidad material de continuar con el
sistema de enterramiento de la basura como única tecnología. Gerardo Codina (2013)
resume tres razones para dejar de enterrar basura en el conurbano: la primera
es que se agota la capacidad técnica del relleno sanitario de José León Suárez.
La segunda razón: nadie quiere ningún relleno en su territorio, como ejemplo
están las movilizaciones y resistencia social de los vecinos de los rellenos de
Punta Lara y Gonzalez Catán. La tercera razón mucho de lo que ahora se
entierra, si no todo, puede ser recuperado en diversas formas.
Dos tachos para reciclar bien
En todo el mundo las estrategias públicas para enterrar la menor cantidad
de basura se basan en sistemas diferenciados para todo el proceso de
tratamiento de los residuos urbanos. Nuestra ley de basura 0 también se basa en
este principio: en cada instancia del tratamiento se debe diferenciar aquello
que se puede reciclar de aquello que, hasta el momento, no se puede reciclar. Vale
aclarar que la diferencia entre lo que se puede reciclar o no es un límite
móvil, determinado en cada momento por la capacidad técnica de cada ciudad y
las características socioeconómicas y geográficas del país. En el extremo todo
es reciclable.
En efecto el tachoamigo es el primer paso para sostener dos sistemas paralelos
de recolección, pero es algo mucho más importante, es el momento en que la comunidad
se involucra directamente consigo misma.
Los costos económicos cada vez más agobiantes de tratamiento de los
residuos de Buenos Aires son la contracara de la falta de iniciativa pública
para desplegar el poder de la comunidad. La capacidad de organización y de
colaboración es enorme cuando se la facilita,
mucho más que el poder de la coerción moral. En todos lados vemos mensajes ecológicos, los
niños y niñas aprenden en las escuelas la importancia de reciclar, algunas
personas pueden incluso señalar con el dedo a aquel que dejo caer un papel en
la vereda pero todo ese cumulo de discursos y carteleria verde no soluciona un
problema que es comunitario.
Financiación: Este proyecto
es con cargo a las empresas concesionarias de la recolección de residuos, a los
productores de los productos que más volumen de desecho generan y por ultimo lo
pagaremos todos los ciudadanos/as. Las empresas de recolección tienen que
adecuarse a la ley que les exige que desarrollen estrategias de basura 0.
Las
empresas productoras tienen que
pagar por los desechos que resultan del consumo de los productos que venden, en
la reglamentación del artículo 9 de la Ley se lee:
5.1.
El SISTEMA PÚBLICO DE GESTIÓN DE RESIDUOS- SPGR- Se financia mediante la
contribución por parte del productor, importador, distribuidor, intermediario o
cualquier otra persona responsable de la puesta en el mercado de productos que
con su uso se conviertan en residuos, de una cantidad dineraria por cada
producto puesto en el mercado de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires,
establecida por la Autoridad de Aplicación en función de los diferentes tipos
de productos teniendo en cuenta la composición de los materiales utilizados, su
impacto ambiental y el costo de su tratamiento y disposición final según la
normativa vigente.
5.2. La contribución realizada por los sujetos obligados será administrada y
controlada exclusivamente por la Autoridad de Aplicación y los fondos serán
destinados a cumplir los objetivos de la Ley N° 1.854.
5.3. El pago de la contribución está sujeto a los condiciones, modalidades y
plazos que establezca la Autoridad de Aplicación y el mismo deberá efectuarse a
través del depósito en la cuenta especial que se abrirá a tal fin a cargo de la
Dirección General de Tesorería dependiente del Ministerio de Hacienda del
Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
5.4. El producto y sus envases podrá identificarse mediante un símbolo
acreditativo, cuyo formato y otorgamiento estará sujeto a aprobación por parte
de la Autoridad de Aplicación. (Anexo reglamentación del artículo 9
de la ley, por Decreto Nº 639/007)
La separación domiciliaria esta entre objetivos que tiene que alcanzar la
Ciudad y por tanto este fondo que crea la Ley tiene que servir para este fin
que es la primera etapa de todo el proceso.
También tiene que ser financiado y pagado por las empresas de recolección de residuos porque en los pliegos
licitatorios se fija esta función y porque son beneficiarias indirectas ya que
tendrán que enterrar menos basura.
Por ultimo los usuarios también pagamos una parte de nuestro tacho que representa
el compromiso con la comunidad. El pago se realizara en cuotas incorporadas a
la factura del ABL.
Fabricación:
Convocatoria a concurso de diseño para Diseñadores Industriales, Arquitectos,
Ingenieros e inventores en general para diseñar el mejor tachoamigo. La
ciudad cuenta aproximadamente 1,150 millón de hogares. El costo marginal de
fabricación se determinara oportunamente, pero a modo de ejemplo se pueden
cotejar valores de mercado para productos estándar similares en el orden de los
$200.- lo que equivale a un total estimativo de $230 millones. Si se lo compara con el costo anual del futuro
contrato de recolección de basura de unos $3.000 millones,
la inversión representa un 7,6% aproximadamente.
Distribución: A través
de los consejos consultivos de las 15 comunas. Cada vecino recibirá una
notificación del lugar a donde debe concurrir para retirar su tachoamigo. También
realizaran los operativos especiales para levar el tachoamigo a las personas que no pueden movilizarse y para llegar a
los hogares que no reciban notificación.
Incorporación al sistema integral de recolección:
El sistema de gestión de residuos sólidos urbanos se suele dividir en dos
etapas, la primera que incluye la disposición inicial de la basura en los
hogares, la recolección y el transporte
a las plantas de concentración intermedias. La segunda etapa es la de
clasificación, separación, comercialización y disposición final en dos vías: el
enterramiento o incineración y reciclaje.
En Buenos Aires este sistema esta complementado por los recicladores
urbanos que intervienen en alguna de estas instancias.
tachoamigo se ubica en esta
primera etapa pero supone que todo el sistema tiende al tratamiento
diferenciado. Se complementará con tachos grandes para los lugares de depósito
intermedio (edificios, oficinas, instituciones) que operaran en conjunto con
los tachoamigo pequeños y los contenedores callejeros diferenciados que
ya existen. Este sistema también se complementa con la tarea de los
recuperadores urbanos ya que les permite la selección del material seco en la
vía pública. Por ultimo al liberar la fracción humeda de elementos secos
facilita su tratamiento como fertilizante.
Individuo y comunidad, teoría en acción
Los diseños de política pública están siempre teñidos de distintos
supuestos morales sobre la ciudadanía que en muchos casos resultan en un
deslinde de la responsabilidad de la autoridad excusada en una especie de
desidia crónica de la comunidad. Por el contrario, aquí consideramos que los
individuos desarrollan estrategias de comportamiento de acuerdo al contexto en
el que se hallan situados. Esas estrategias pueden ser de competencia o de
cooperación. La idea de comunidad está en el fondo de esta propuesta entendida
como el potencial del grupo por alcanzar logros colectivos superando la
tendencia al egoísmo individualista.
Los actores son conscientes de las reglas pero, al no percibir en el
contexto un consenso lo suficientemente fuerte sobre esas reglas, las
estrategias individuales se orientan en forma no cooperativa, generando un
perjuicio general y reproduciendo a su vez, el contexto no cooperativo.
Esta propuesta se incluye en la tradición teórica que enfatiza el carácter
relacional y contextual del comportamiento humano en contraposición a las
miradas moralizantes que suponen que algunos individuos son moralmente
inferiores y por tanto no se adaptan a las reglas.
No se trata aquí de un problema de educación ciudadana o de desidia
colectiva. Es un error considerar a una colectivo humano como una unidad
racional y por tanto responsabilizarlo por los defectos de organización.
El comportamiento colectivo se impone al individuo a pesar de él, en esas
situaciones la cooperación no es automática y no depende de cada voluntad individual,
por el contrario, depende de una tecnología o capital organizativo público que
actúe ofreciendo una pauta de comportamiento centrada en el beneficio mutuo y
en el respeto a la idiosincrasia local. Todo esto se basa en el lazo
comunitario que discurre en lo profundo de nuestra sociedad fragmentada y que es
el único potencial para vivir juntos.
Los sistemas urbanos pueden ser más o menos organizados y eso no depende de
una sumatoria de conductas individuales desorganizadas. Si no se cuenta con los
dispositivos concretos que posibiliten a
los ciudadanos cooperar, los ciudadanos/as van a percibir que no es un sistema.
Por tanto es necesario una inversión concreta y sostenida en el tiempo para
construir un espacio de cooperación. Por esto se propone la mutua implicación
en el proceso. Tanto el Estado como los y las ciudadanas se comprometen
seriamente a cooperar en el logro de un objetivo, para eso cuentan con la
infraestructura necesaria y no solo con un discurso retórico moralizante. El
esfuerzo económico, aunque leve, para disponer de la infraestructura es lo que
permite hacer concreto el acuerdo de cooperación. En síntesis si nos damos las
herramientas para cooperar lo vamos a hacer, solo necesitamos una oportunidad.
Octavio Ciaravino
Grupo LA URBE
Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Viviendas particulares habitadas, hogares y población censada por tipo de
vivienda. Año 2010
|
|
|
|
Total
|
Casa
|
Rancho
|
Casilla
|
Departamento
|
Pieza/s en inquilinato
|
Pieza/s en hotel o pensión
|
|
Viviendas
|
1.082.998
|
252.771
|
565
|
1.884
|
788.791
|
19.571
|
17.082
|
|
Hogares
|
1.150.134
|
280.314
|
708
|
2.308
|
818.341
|
25.558
|
20.348
|
|
Población
|
2.827.535
|
857.203
|
2.277
|
7.141
|
1.851.187
|
65.041
|
38.922
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
Fuente: INDEC. Censo Nacional de Población, Hogares y Viviendas 2010. Cuadro
V2 P
|
|
Composición de los residuos domiciliarios CABA 2009.
|
Desechos Alimenticios
|
40,10%
|
Plásticos
|
19,70%
|
Papeles y Cartones
|
18,43%
|
Papel Mezclado
|
7,84%
|
Cartón
|
4,57%
|
Pañales Descartables y Apósitos
|
4,27%
|
Diarios y Revistas
|
4,18%
|
Residuos de Poda y Jardín
|
3,65%
|
Vidrio
|
3,47%
|
Materiales Textiles
|
3,40%
|
Materiales de Construcción y
Demolición
|
2,02%
|
Metales Ferrosos
|
1,25%
|
Misceláneos Menores a 25,4 mm
|
1,16%
|
Papel de Oficina (Alta Calidad)
|
1,08%
|
Envases Tetrabrick
|
0,76%
|
Goma, cuero, corcho
|
0,72%
|
Madera
|
0,46%
|
Residuos Patógenos
|
0,37%
|
Aerosoles
|
0,36%
|
Metales No Ferrosos
|
0,31%
|
Residuos Peligrosos
|
0,20%
|
Medicamentos
|
0,10%
|
Pilas
|
0,03%
|
Material Electrónico
|
0,02%
|
Otros
|
0,00%
|
Fuente: FIUBA/CEAMSE 2010
|
|
Referencias:
CABA: Ley 1854 (Basura 0)
CABA: Decreto
Nº 639/007 (Reglamentario Ley 1854 )
Codina, G (2013) “Ciudad Basura”. Nuevos Tiempos, Bs As.
Facultad de Ingeniería UBA / CEAMSE. (2010) “Estudio de la calidad de los
residuos sólidos urbanos del área metropolitana de Buenos Aires”