Se trata de una increíble obra que demandará millones y tiene que estar listo antes del 22 de noviembre.
Así
es, millones de argentinos y argentinas estamos
construyendo un puente para que podamos superar la división. Ya se ha colocado
el primer cimiento: un hombre que sabe escuchar y respetar. Hay cosas para
mejorar y la inmensa mayoría queremos más o menos lo mismo. Para todos
los que se sintieron en algún momento disgustados o incomprendidos ahora viene
el puente para volver a reconocernos, lo estamos construyendo con los
cambios que hacen falta y con el cuidado de lo conseguido. El mensaje de las
urnas se escuchó fuerte y claro. Hay una mayoría que no quiere romper todo. Esa
mayoría se expresó fuerte en las urnas en dos opciones electorales: Scioli y
Massa. La consigna fue más o menos la misma: cuidar lo que está bien y
cambiar lo que está mal. Ahora se viene la definición.
Si las
cosas hubieran sido diferentes, si la elección del 22 de noviembre se jugara
entre Macri y Massa, la inmensa mayoría de los votantes de Scioli votaríamos
a Sergio Massa, ¿qué duda cabe? Este mismo puente se construiría de los
dos lados a fuerza de voluntad, porque sabemos que nuestras vidas son muy
parecidas, que somos vecinos, que nuestras familias se conocen, se
respetan y se quieren, que escuchamos las mismas canciones, y nos emocionan del
mismo modo nuestros hijos e hijas. Si la elección hubiera sido Macri / Massa,
el puente ya estaría ahí.
Pueden
ser diferentes los afiches, las consignas, pero en lo esencial sabemos -con
solo mirarnos- que somos lo mismo.
Pero
claro, para 5 millones de personas que votaron a Sergio Massa faltan cosas que son importantes. Sépanlo:
para los 9 millones de votantes a Scioli también faltan las mismas cosas.
Este
puente se está construyendo con las soluciones concretas y claras para cada una
de ellas. Hay jubilados que tienen la legítima necesidad de mejorar sus
ingresos ahora; Hay comerciantes que quieren seguir creciendo y pagar
impuestos justos, ni más ni menos; Hay trabajadores que no tienen todavía
garantizada la continuidad laboral; Hay familias que quieren una casa, ya nos
quedó bien claro.
Como todo
en la vida las cosas empiezan y terminan. El elenco se renueva, unos se van
otros llegan, así va a ser, con Daniel Sioli vienen ideas y gente nueva.
Hay
capacidad política para hacer realidad esas demandas sin rifar el país en dos
años para volver a mendigar.
Mejorar
los ingresos de todos y todas sin dejar a millones en el desempleo, ese
es el desafío y es la misma búsqueda que tenemos todos.
En
Argentina la familia es lo más importante. A algún miembro de la familia le
puede ir bien en su trabajo o en su negocio pero sabe que si el Estado no está
presente, a algún otro miembro de su familia le puede llegar a faltar ese
ingreso o esa oportunidad que le ayuda a crecer. Por más que a uno le vaya
bien, si tiene que asistir a tres que están mal nunca va a alcanzar. Eso
lo sabemos de sobra tanto los 9 millones que votamos a Scioli como los 5
millones que votaron a Massa. Porque cuando se cierran todas las puertas y se
pierde la esperanza nunca alcanza nada.
El puente
se está construyendo con reconocimiento a los que trabajan día a día, a quienes
buscan un lugar en la historia y a quienes tienen vocación de crecer. Y
lo mejor, es que se está construyendo de los dos lados! Daniel Scioli tiene
capacidad para escuchar y para mejorar. Seguramente Sergio Massa hubiera
convocado a Scioli, ahora Scioli lo convoca a él, es lo más lógico. En
este mundo lleno de guerras y expulsados Argentina se consolida como tierra de
paz, tenemos un gran futuro, lo vamos a alcanzar.
Esta es
la última gran obra, Ya estamos construyendo el puente.
La URBE
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